A pesar de que el Instituto Provincial de Juegos y Casinos (IPJC) retiró las máquinas tragamonedas del antiguo operador de la sede central del Casino de Mendoza, la reapertura de la sala sigue demorada.
Según explicaron desde el regulador, el plazo previsto para reiniciar las operaciones tras el cambio de licenciatario de la sala era de 48 horas, destinadas a reacondicionarla y equiparla con las máquinas nuevas.
Sin embargo, el reclamo de Mendoza Central Entretenimientos (MCE) dilató el desalojo de los elementos del ex operador, que finalmente tuvo que ser ejecutado por el propio IPJC. Así, en vez de comenzar el proceso el 22 de julio como estaba programado, recién comenzó el jueves 28.
De esta manera, la adjudicataria, Traylon S.A., recién pudo comenzar a trasladar sus máquinas a la sede de la capital provincial a partir de la semana pasada. Igualmente, el regulador informó que ya han sido colocadas algunas de las 720 máquinas anunciadas y se está trabajando en el cableado para su funcionamiento.
Según citó Memo al Gobierno provincial, aún no hay fecha para la reapertura, pero se dará la debida notificación a los medios en su momento.
Mientras tanto, crece la preocupación entre los empleados del casino, muchos de los cuales dependen del funcionamiento de la sala para percibir las propinas que componen un alto porcentaje de su sueldo.
Traylon ganó la licitación del permiso de operación tras prometer una inversión total de 2.236 millones de pesos. Sin embargo, MCE reclamó contra el resultado del proceso y denunció que su oferta es inviable.
“800 máquinas nuevas, no sólo no entran en el salón, a 15.000 dólares por máquina, la inversión llegaría a 12 millones de dólares; en 10 años no hay forma de que lo recuperen. No van a poder cumplir”, analiza el empresario Alfredo Vila, de MCE, en su denuncia.
MCE ya recibió un fallo adverso de la Fiscalía, que avaló la decisión del IPJC de adjudicar la operación a Traylon, pero continúa intentando reiniciar la licitación a través de distintos recursos judiciales.
