El consejo de administración de Playtech Plc ha anunciado que el 19 de diciembre se convocará una Junta General para que los accionistas puedan votar sobre la política de remuneración de los directores.
La votación es necesaria para resolver las disputas sobre el plan de remuneración de 100 millones de euros de Playtech para los ejecutivos, vinculado a la venta de su negocio Snaitech Italia a Flutter Entertainment por 2.300 millones de euros.
Un segmento de accionistas de la empresa que cotiza en la Bolsa LSE ha considerado las recompensas previstas como “obscenas” y “atroces”, mientras que el director ejecutivo del grupo, Mor Weizer, recibirá una bonificación en efectivo de 50 millones de euros.
El plan compensará al director financiero del grupo, Chris McGinnis, con una recompensa de 12 millones de libras esterlinas, y los fondos restantes se distribuirán entre veinte ejecutivos de Playtech.
Sin embargo, la política de remuneración ha encontrado el apoyo de los accionistas que controlan el 34.38 por ciento de las acciones de Playtech, principalmente con sede en Asia.
Los inversores asiáticos han desempeñado un papel importante en la configuración del plan, lo que aumenta la probabilidad de su aprobación durante la votación de diciembre. Cabe destacar que estos mismos accionistas fueron responsables de bloquear la adquisición de Playtech por 2.100 millones de libras por parte de Aristocrat Leisure en 2022.
Playtech defiende su remuneración de 100 millones
Por su parte, Playtech ha defendido el plan de 100 millones de euros, afirmando que es fundamental alinear el liderazgo de la empresa con sus objetivos estratégicos y garantizar la entrega exitosa de retornos para los accionistas después de la venta de Snaitech, que ve a la empresa regresar a su papel como un negocio de tecnología de juegos de azar B2B puro.
Como lo revelaron previamente los negociadores, los ingresos pendientes de la venta, estimados entre 1.700 millones y 1.800 millones de euros, se devolverán a los accionistas.
Además del controvertido fondo de bonificación, Playtech ha propuesto un nuevo plan de incentivos de cinco años diseñado para ofrecer más recompensas a largo plazo a sus ejecutivos. Este plan ha planteado preguntas adicionales sobre la gobernanza corporativa y las prácticas de remuneración de los ejecutivos dentro de la empresa.
El momento del anuncio ha contribuido a la polémica, ya que se ha producido poco después de la dimisión de Anna Massion, presidenta del Comité de Remuneraciones de Playtech. Su marcha, efectiva a partir de febrero de 2024, se ha relacionado con las disputas en curso sobre la remuneración de los ejecutivos, aunque la empresa mantiene que se marchó para buscar otras oportunidades.
El consejo de administración de Playtech ha instado a todos los accionistas a votar a favor de la política de remuneración, argumentando que es necesaria para mantener y mejorar la posición de la empresa como líder en tecnología de juegos de azar. Con la Junta General acercándose, el resultado de la votación determinará si Playtech puede seguir adelante con su propuesta de estructura de remuneración o si se enfrentará a una mayor oposición de su base de inversores.