Senadores de Brasil bajan las expectativas sobre un tratamiento rápido de la regulación del juego en la Cámara

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Si bien la Cámara de Diputados de Brasil dio un gran paso al llevar a cabo una votación histórica del Proyecto de Ley 442/91 para regular el juego, ahora la propuesta deberá ser debatida por los senadores, y las expectativas de un rápido tratamiento ya son bajas.

Como informó BNL Data, la poca conciliación entre los bloques de senadores hará lento el proceso, algo confirmado por el presidente de la Cámara, Rodrigo Pacheco, que dijo que “la propuesta seguirá los trámites normales, siempre guiada por una amplia discusión, como se hizo en Diputados”, dando a entender que no hay urgencias para debatir el tema.

El mismo medio reveló que la regulación del juego es un caso distinto dentro del Senado, ya que no plantea un escenario clásico de contraste entre el gobierno y la oposición, sino que dentro de ambos grupos hay muchos legisladores en contra de la industria.

“Los partidarios del presidente Jair Bolsonaro no logran un consenso para defender el tema, así como los críticos del gobierno tampoco están definidos. Como resultado, los legisladores afirman que el proyecto de ley ‘necesita más discusión’, a pesar de que la propuesta inicial se presentó en el Congreso en 1991”, señalaron.

Así, el proyecto no recibirá un tratamiento especial, como el voto directo del pleno de la Cámara, y se esperan grandes demoras para que sea incluido en la agenda. Por su parte, el presidente del Senado será quien defina su entrada en la agenda, previamente acordando el tratamiento con los líderes de los partidos. Esto puede llevar varios meses y los mismos senadores estiman que no ocurrirá en 2022.

“Creo que es muy difícil que logremos debatir este año. Y yo creo que si se vota este año, todos perderán. Ese tema merece más debate”, declaró el senador Paulo Paim, que también aseguró que la bancada del partido de la oposición PT aún no ha deliberado sobre el asunto. 

Asimismo, el senador Esperidião Amin, cuyo partido es aliado de Bolsonaro, confesó que “no ve con simpatía” la propuesta. “No considero este proyecto una prioridad. Así que ni siquiera enfoqué mi atención en él”, remató.

En este sentido, la senadora Izalci Lucas adhirió: “Este no es el momento de aprobar un proyecto con este contenido. Es hora de luchar contra la pandemia, de discutir la elección”.

A estos comentarios se suma la fuerte militancia por parte de los grupos de legisladores evangélicos, tanto en Diputados como en Senadores, que pretenden impedir por todos los medios que se regularice la industria. Además, el mismo presidente Bolsonaro había declarado que de aprobarse el proyecto lo vetaría, aunque también agregó que el Congreso podría rechazar este veto y seguir adelante con la regulación.