Bruno Henrique, delantero del Flamengo, prestó declaración durante el jueves pasado ante el Tribunal Superior de Justicia Deportiva (STJD) de Brasil. La audiencia estaba programada inicialmente para el lunes pasado, pero el atleta solicitó una reprogramación, ya que coincidía con el entrenamiento del Flamengo en Ninho do Urubu.
Tras un descanso tras la victoria por 1-0 sobre el Deportivo Táchira, Henrique asistió virtualmente a la audiencia y ahora espera los próximos pasos del proceso. El STJD abrió una investigación para evaluar las pruebas y está elaborando un informe sobre el caso. El organismo decidirá próximamente si presenta cargos o archiva el caso. Al no solicitarse una suspensión preventiva, el atleta puede seguir jugando con normalidad con el Flamengo.
Entendiendo el caso de Bruno Henrique
El partido investigado por la Policía Federal (PF) correspondía a la 31.ª jornada del Brasileirão 2023. Flamengo, que jugaba en Brasilia, recibió a Santos. En el minuto 50 de la fase final, Bruno Henrique recibió una tarjeta amarilla tras cometer una falta sobre Soteldo. Inmediatamente después de recibir la sanción, se quejó duramente ante el árbitro Rafael Klein, quien le aplicó otra tarjeta amarilla y, en consecuencia, lo expulsó. Flamengo terminó perdiendo 2-1 en esa ocasión.
La PF cree que la acción se realizó para favorecer económicamente a familiares y amigos en el mercado de apuestas deportivas. La investigación se inició debido a los informes de la Asociación Internacional de Integridad en las Apuestas (IBIA) y Sportradar, entidades que realizan análisis de riesgo. Según los informes, el partido tuvo un volumen de apuestas por encima de lo normal a favor de la tarjeta amarilla para Bruno Henrique. Las apuestas se realizaron en tres empresas diferentes y, según la investigación, fueron realizadas por amigos y familiares del jugador.
Familiares implicados en la manipulación
La policía dividió a los implicados en la manipulación en dos grupos. El primero estaba formado por tres familiares de Bruno Henrique: Wander Nunes Pinto Júnior (hermano), Ludymilla Araújo Lima (cuñada) y Poliana Ester Nunes Cardoso (prima).
El segundo grupo estaba formado por Claudinei Vitor Mosquete Bassan, Rafaela Cristina Elias Bassan, Henrique Mosquete do Nascimento, Andryl Sales Nascimento dos Reis, Max Evangelista Amorim y Douglas Ribeiro Pina Barcelos. Según la investigación, estos son amigos de Wander.
Bruno Henrique y su hermano fueron imputados en virtud del artículo 200 del artículo 1 de la Ley General del Deporte. La sección aborda los delitos contra la integridad y la paz en el deporte, y el artículo habla del intento de defraudar, por cualquier medio, o contribuir a defraudar, de cualquier manera, el resultado de una competición deportiva o evento relacionado con ella. La pena por condena en estos casos es de dos a seis años de prisión. Los dos también fueron acusados de fraude, lo que conlleva una pena de uno a cinco años de prisión. Los otros ocho implicados fueron acusados de fraude.