Bruno Henrique, delantero del Flamengo, declarará ante el Tribunal Superior de Justicia Deportiva (STJD) de Brasil. Además del deportista, otros nueve sospechosos comparecerán ante el Tribunal en relación con el caso de presunto fraude en apuestas deportivas.
El caso en cuestión es la tarjeta amarilla que recibió Bruno Henrique en el duelo contra el Santos, válido por el Campeonato Brasileirão de 2023. Según las investigaciones de la Policía Federal, el delantero habría forzado la tarjeta para favorecer económicamente a familiares y amigos en el mercado de apuestas.
En abril de este año, se hicieron públicos los mensajes intercambiados entre Bruno Henrique y Wander Nunes Pinto Júnior, hermano del jugador. En ellos, Wander le pide al delantero del Flamengo, quien en ese momento estaba suspendido con dos tarjetas amarillas, que se le notifique cuando reciba la tercera. Bruno Henrique fue directo: “Contra el Santos”. Su hermano le agradeció, afirmando que se quedaría con el dinero de la inversión.
Maxwell Borges de Moura Vieira, vicepresidente del STJD, fue designado auditor fiscal. El jugador del Flamengo podría ser imputado en virtud del artículo 243-A del Código de Justicia Deportiva Brasileño (CBJD), por “manipular el resultado y perjudicar a su equipo”. De ser declarado culpable, Bruno Henrique podría ser suspendido hasta por un año.
La defensa de Bruno Henrique alega que forzar una tarjeta amarilla no constituye delito
Por su parte, la defensa solicitó que se archive la investigación bajo el principal argumento de que forzar una tarjeta amarilla no constituye delito.
Según la defensa, encabezada por el abogado Ricardo Pieri Nunes, “no existe ninguna disposición legal que tipifique esta conducta como delito”. Afirma que, incluso si Bruno Henrique hubiera admitido haber forzado la tarjeta, esto se habría hecho con fines de gestión estratégica, como restablecer el conteo de tarjetas, y no para alterar el resultado del partido ni beneficiar a terceros.
