El sector hípico italiano, en búsqueda de medidas que lo ayuden a sobrevivir

Las empresas italianas se encuentran a la espera de que el Parlamento publique su “Decreto de Reactivación”, que establece los términos y condiciones en relación al paquete de rescate financiero sancionado por el Gobierno local.

Luego de convertirse en el epicentro del brote de coronavirus en Europa, Italia está ingresando en la “fase 2” de su confinamiento, que permitirá la reapertura de bares, restaurantes y otros comercios, siempre y cuando cumplan con las órdenes de distanciamiento social.

Mientras tanto, en Roma, la Cámara de Diputados se está enfocando en salvar a las industrias nacionales, que han sido fuertemente golpeadas por la pandemia. Desde Lombardía hasta Sicilia, los parlamentarios regionales han instado al gobierno del primer ministro Giuseppe Conte a intervenir para salvar industrias vitales, exigiendo fondos de emergencia para turismo, manufactura, agricultura, textiles, ropa, automotriz y fútbol.

Sin embargo, en medio de las discusiones de la Cámara, es una incertidumbre si se establecerán medidas para defender la industria hípica en Italia, reconocida por muchos como el deporte más importante en el país. Remitiendo sus comienzos al Imperio Romano, las carreras de caballos son sinónimo de la cultura nacional, en donde se han registrado razas equinas desde 1773.

Después de años de mala gestión, las carreras italianas han visto cómo su programación perdió importancia a nivel internacional, y sus estadios se deterioraron con la caída del deporte de dominio público.

El liderazgo de las carreras italianas ha pedido apoyo económico, al igual que otras entidades deportivas en el país, pero su balance económico pone en cuestionamiento si un deporte en coma constante debe salvarse.

Desde 2008, las carreras allí han registrado una baja en los ingresos año tras año, ya que su GGY disminuyó de 2 mil millones de euros a 500 millones de euros en 2019. Además, las carreras no pueden seguir el ejemplo del Reino Unido y Francia y exigir fondos directos de las casas de apuestas.

Este mayo, el gobierno de Conte permitirá que las carreras italianas reinicien su calendario 2020 bajo reglas estrictas. “Un número mínimo de personas dentro de los hipódromos, distancias mínimas a respetar, y desinfección de todas las áreas son algunas de las medidas que tomaremos”, dijo el subsecretario de Agricultura, Giuseppe L’Abbate, a AgiproNews.

Asimismo, los propietarios de los establos se cuestionan si el reinicio de la actividad es una opción viable, ya que las apuestas en las pistas estarán cerradas, y las redes de apuestas tienen una capacidad limitada.

Massimo Passamonti, fundador de Sistema Gioco Italia, la asociación operadores de apuestas minoristas, dijo que una reanudación podría lograrse bajo la condición de que “dos o tres carreras se programen en horarios que coincidan con la actividad de los apostadores online, ya que la red de apuestas presenciales aún está cerrada por la cuarentena”.

Passamonti exigió a las partes interesadas que expandan sus puntos de vista más allá de las complejidades de la cuarentena, en un momento en el que la actividad hípica se encamina hacia un futuro sombrío.

El líder de Gioco Italia cree que el sector necesita urgentemente una “reforma desde cero”, e instó a las autoridades a que reformen radicalmente el cronograma de las carreras, centrándose en el desarrollo de un pequeño número de reuniones de alta calidad.

“Está claro que esta clasificación pasa por la privatización de la nueva gestión de las carreras de caballos, incluso si las autoridades públicas aún participan y controlan al sector. Necesitamos una reducción de impuestos para que las apuestas en las carreras de caballos sean más competitivas con otros juegos”, agregó Passamonti.

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