Los medios de negocios españoles han informado sobre las posibilidades que evalúa Codere SA para a mantener sus actividades a flote en medio de la crisis global del COVID-19, mientras lidia con la deuda que vence en 2021.
Según los informes, un Codere asediado habría contratado a Bank of America para liderar las renegociaciones con inversores estadounidenses sobre los bonos de deuda corporativa de 900 millones de euros. La decisión de contratar al banco habría surgido tras una reunión de los administradores la semana pasada.
Asumiendo los riesgos de su nuevo cliente, Bank of America tendrá que convencer a los titulares de deuda de Codere a que se extiendan los plazos de vencimiento de la deuda de 2021 por otros dos años, hasta 2023.
En medio del caos, la agencia de calificación global Moody’s marcó los bonos Codere en un índice “CAA-1”, que califica las tenencias de deuda de la empresa española como “bonos basura” con una “perspectiva negativa para los inversores”.
Durante las operaciones de marzo, el valor de los bonos de Codere se desplomó de 0,90 a 0,35 centavos de euros, ya que el operador español de juegos de azar se convirtió en la compañía de la Bolsa Madrid Exchange que más “apuestas en contra” ha recibido.
A esto se añaden las medidas contra el COVID-19, que han obligado a Codere a cerrar temporalmente todos sus salones de juegos presenciales que operan en España, Argentina, Italia, Colombia, México y Uruguay.
En España, la empresa ha tomado acciones drásticas al colocar a 1.000 empleados de su plantel bajo el programa de protección ERTE del gobierno, y el grupo de juego también accedió a un préstamo de 20 millones de euros para proteger su unidad de negocios mexicana.
La deuda a largo plazo de 900 millones de euros de Codere ha surgido principalmente como parte de su reestructuración en 2015, dirigida por firmas de capital privado de Estados Unidos, lo que permitió a la empresa española evitar la bancarrota.
