Meses atrás, el gobierno de Islas Baleares anunció la intención de reducir los salones de juego presencial a una proporción de 75 por cada millón de habitantes. Esto implica una moratoria para nuevos procesos de licitación, con el fin de reducir la cantidad de licencias.
Ahora, el vicepresidente de la Comunidad Autónoma Juan Pedro Yllanes Suárez reveló que entrará en vigor la moratoria automática, lo que ha preocupado por los efectos contrarios que podría tener la medida.
“Los requisitos que ponen al sector son los que se ponen, por consiguiente, al jugador. Si el jugador ve que tiene muchos requisitos, los habrá que se marchen a un juego ilegal, libre y sin control y esto hay que evitarlo”, dijo Javier Molinera, exjefe del Servicio de Control de los Juegos de Azar y Apuestas de la Policía Nacional, a EFE.
El argumento se basa en el caso similar que atraviesa Baleares desde que aplicó la moratoria en la concesión de nuevas licencias para viviendas vacacionales, lo que “ha incrementado este verano la oferta ilegal”, según compartió Antoni Costa, presidente de HABTUR.
“Este incremento supone que el gobierno Balear ha obtenido el efecto contrario al que estaba buscando, ya que en vez de ver como las plazas vacacionales se mantenían o se reducían, en el caso de que algún establecimiento con licencia cerrase, se han visto incrementada de una manera descontrolada, fuera de regulación y de ordenación”, reportó a Ok Diario.
En cuanto al juego, actualmente, 140 locales ofrecen servicios de apuestas en la región, que cuenta con 1,2 millones de habitantes. Por eso, el número debería bajar hasta 90 para cumplir con las expectativas del Gobierno y, aún más, antes de que se emita una nueva autorización.
