El Instituto Brasileño de Juego Responsable (IBJR) publicó un comunicado en el que analizó el proyecto de ley 3626/2023, recientemente aprobado por la Cámara de Diputados de Brasil. Si bien celebró los avances en la regulación, advirtió sobre algunos aspectos que podrían poner en peligro el normal funcionamiento del sector en el país.
A pesar de que en el texto “aplaude” la decisión, advierte: “El proyecto 3626 reproduce conceptualmente el mismo modelo adoptado en países donde los ingresos estatales son limitados, mientras hay un mercado de juego pujante en paralelo”.
Según el organismo presidido por André Gelfi, el texto, en su forma actual, “haría imposible para las compañías la creación de productos competitivos y atractivos para los usuarios”. En ese sentido, explicaron que los premios no podrían competir con los que ofrece el mercado ilegal.
“Esto ya ha sucedido en Portugal y Francia, donde casi la mitad de las apuestas se hacen en sitios no regulados”, ejemplificaron desde el IBJR.
En pos de permitir el desarrollo de un mercado sustentable, la sugerencia de la entidad es “extender la duración de las licencias de operación, reajustar la tasa impositiva, ajustar las tasas de inspección, ajustar el licenciamiento y revisar el cálculo de retenciones de ingresos”.
Para el IBJR, contrariamente a lo que se espera, este marco regulatorio “crea un incentivo para operadores que no quieren una licencia y pagar impuestos en Brasil”.
“Saben que si no se cambia el texto, tendrán un mercado ilegal garantizado, donde los operadores licenciados no podrán competir”, lamentaron.
“Afortunadamente, aún hay tiempo de implementar una política que alinee los intereses de la sociedad brasileña, el gobierno, los usuarios y las compañías que componen el ecosistema nacional del juego y las apuestas”, agregaron.
